La Esperanza Bolivia

Éste es el "blog" de la ONG, la Asociación de Ayuda Internacional al Desarrollo La Esperanza Bolivia

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A curious traveller

sábado, febrero 27, 2010

Diluvio

Hoy había pensado subir a la comunidad de la puna, Chaki Q'ocha, pero no encontraba a ningún conductor dispuesto a arriesgar. Al final fue mejor porque lleva toda la mañana diluviando. Salí al centro a comprar quinoa y mate de coca y volví hecha una sopa. Después de pasar un buen rato resguardàndome debajo de un tendejón, al final pude montar en un taxi para volver al hotel

A última hora de la mañana por fin conseguí conectarme a Skype (Antes de anoche un amigo que es informático) me había habilitado el ordenador, pero desde entonces la señal ha sido tan pobre que tampoco había conseguido conectarme). Sin embargo la conexión duró poco más de media hora antes de volver a caer.

La ilusión de los niños

Hoy (23/02/2010) fue un día ajetreado. El viaje a San Benito lleva hora y media más o menos. Primero se va en microbús (trufi) hasta las afueras de la ciudad y desde la parada en trufi-taxi (un taxi que comparten varias personas) se sube hasta los valles altos.

Como estaba lloviendo la mayoría de la gente de fuera de San Benito tenía problemas para llegar al patio de la iglesia donde nos solemos reunir, pero los que más dificultades tenían eran los que tenían que bajar desde Ch'aki Q'ocha que está más arriba en la puna. Sin embargo, al final llegaron todos.


Cada año el programa es más o menos el mismo. Primero Primo da una charla a los padres y los niños donde aborda los temas que le preocupan, como pueden ser faltas de asistencia a clase etc. Luego me toca a mi. Normalmente explico que nuestro pequeño proyecto no cuenta con fondos gubernamentales ni insititucionales sino que todos los fondos provienen del sacrificio de personas normales y corrientes. Lo único que pedimos a cambio del apoyo que brindamos es que los niños asistan a clase todos los días y que lleven el uniforme y los zapatos. Este año volví a insistir en que el uniforme no se debe guardar para las fiestas.

Este año quería sacar una foto a saca niño para que los padrinos puedan ver cómo están creciendo.

Luego empezó la entrega del material:

mochilas
uniformes
zapatos
toallas
calcetines
pasta de dientes
cepillos de dientes
jabón .

Parecía una línea de producción. Todos los niños estaban ansiosos de recibir su dotación. Los nuevos beneficiarios estaban muy excitados y todos querían ser el primero. Tras asegurarles que todos iban a recibir lo mismo, formaron cola y esperaron, si no con paciencia, al menos con algo que se le podía parecer.

Después de la entrega, la comunidad eligió a un representate que expresase su gratitud y la esperanza de que el proyecto siguiese trabajando durante muchos años más.

Luego las madres cargaron todas las cosas en sus awayus, aquellos paños multicolor que las mujeres andinas utilizan para todo – en ellos cargan sus bebés, las patatas y otras cosechas para llevarlos al mercado. Alguien había organizado un almuerzo, así que nos fuimos todos al “restaurante” más nuevo y “mejor” del pueblo. Lo ha abierto un señor que emigró a España y ahí ahorró su dinero para regresar y montar este pequeño negocio.

Las obras no están terminadas todavía pero nadie se fijó en eso. Las familias se acomodaron en el suelo, en las escaleras o en alguna silla y sacaron la comida que habían traido desde casa. Los invitados “de honor” nos sentamos a una mesa y nos sirvieron el platado bien cargado típico de Cochabamba donde la comida es el fulcro de la vida. Nos sirvieron trucha procedente de una pequeña piscifactoría local, patatas cocidas, arroz blanco, cebolla criolla que es bastante picante, tomate y algunas rodajas de pimiento verde. Yo no fui capaz de comer todo lo que me habían dado así que el resto se lo di a los niños para que lo terminaran.

Después volví a Cochabamba donde se estaba acabando el caos del día de mercado. En Cochabamba hay dos días de mercado, los miércoles y los sábados, cuando es imposible montar en los trufi proque todo el mundo está cargando los enormes sacos de productos.

Compras y preparativos

El Aparthotel Regina donde siempre me quedo en Cbba. se está modernizando y ahora ofrece servicio Wi-fi. Pude conectar perfectamente a la red pero, por alguna razón que desconozco, hay algo en la configuración del ordenador que me impide conectarme a Skype y al correo electrónico e internet. ¡Los misterios de la informática! Intentaré subsanar el problema más tarde, pero no sé si tengo los conocimientos necesarios...



Hoy ha sido un día ajetreado. Lo primero que hicimos fue ir a cambiar dinero en el mercado negro porque dan mejor cambio que los bancos. Luego fuimos a la fábrica de zapatos MANACO que es una filial de Bata pero no pudimos recoger los zapatos porque la semana pasada, al ser Carnaval, estuvieron de vacaciones y no se había preparado el pedido. Luego faltaban unos números en el modelo elegido de manera que tuvimos que elegir otro modelo un poco más caro para esos números. Han quedado en traernos el pedido mañana por la mañana.

Después de comer algo, nos encontramos con Vito, el señor que nos confecciona los uniformes para pagarle el material que él ya había entregado de antemano.

Como Vito tiene coche, nos llevó hasta el mercado de La Cancha donde compramos las toallas, calcetines, jabones, pasta y cepillos de dientes. Vinimos cargados con 4 docenas de cada cosa menos los calcetines que eran 8 docenas. Ahora lo tenemos todo almacenado en la casa (en obras) de una amiga y mañana se llevará todo hasta San Benito.

A última hora de la tarde nos encontramos con el Sr. Willy, el que nos suministra el material escolar, para liquidar su cuenta ya que el material se ha recogido ya.

jueves, febrero 25, 2010

Viaje a Cochabamba

Después de un largo vuelo (12 horas y 10.300Km. desde Madrid) llegué a Buenos Aires a las 9.30 de la mañana (la 1.30 de la tarde en España) del día 21 de febrero. Está el día encapotado y por lo visto ayer cayeron 70L. en 1 hora con el consiguiente caos circulatorio. Como era de esperar, el vuelo de Aerosur se retrasó de manera que salimos de Buenos Aires cn una hora de retraso y llegamos a Santa Cruz diez minutos antes de la salida del vuelo para Cochabamba. Menos mal que detuvieron ese vuelo porque la mitad de los pasajeros venían desde Buenos Aires. También fue una suerte que la chica de Aerosur en Buenos Aires pudo refacturar mi maleta de forma manual y, ¡milagro!.llegó a Cochabamba sin novedad. Así, pues, llegué a Cbba. a la hora prevista (las 8 de la tarde hora local, la 1 de la madrugada en España) y después de ducharme ¡tuve el muy ansiado encuentro con las sábanas!