Vaiaje de vuelta

El viaje de vuelta fue bastante pesado. Sali del hotel en Cochabamba a las 5:30 de la mañana. A partir de ahí fue todo colas: cola para facturar el equipaje, cola para pagar la tasa del aeropuerto: colas para la tarjeta de embarque, seguridad, y a continuación para que revuelvan en todo.

Al llegar a Santa Cruz hay poco tiempo entre los vuelos y se pasa el tiempo entero en más colas: cola para control de pasaportes, control de Interpol seguido de anti-narcóticos tras lo cual vuelven a abrir todo el equipaje de mano, bolsos etc. y por fin control de seguridad. Lo del control de anti-narcóticos parece un chiste en un país donde hoy por hoy el único cultivo que se está fomentando es el cultivo de la hoja de coca.

En Buenos Aires tenía 8 horas de espera que luego se convirtieron en 9. El avión salió con casi una hora de retraso y llegó a Madrid cuando yo ya tenía que estar embarcando para Málaga. Tras una carrera olímpica llegué a la puerta de embarque que de forma milagrosa era la M35 y no la HX con lo cual no tuve que hacer el trayecto en tren hasta la otra zona del terminal 4.

Lo que no llegó a Málaga fue mi maleta que por el momento está en paradero desconocido. Ya veremos cuándo llega ...