Por fin llegué ...

Por fin salimos de Buenos Aires media hora después de la hora programada de llegada a Santa Cruz. Una vez cursadas las formalidades de la inmigración boliviana faltban sólo cinco minutos para la salida del vuelo a Cochabamba. Una carrera loca al primer piso pero pude habermelo tomado con calma porque el vuelo se retrasaba primero a las 9, después a las 22.50, luego a las 23.30. Por fin salimos a las 00.30.

Afortunadamente encontré un taxi sin demasiados problemas y llegué al hotel más de 40 horas después de salir de casa. Desperté al chico de recepción que me abrió la puerta del hotel y organizó un cuarto porque no se había hecho la reserva correctmente. Me daba lo mismo. ¡Lo importante era acostarme!